El año 2009 llega con menos inversión social e incertidumbre ante el impacto que tendrá la crisis financiera internacional en el país. Con reducciones de los fondos extranjeros de cooperación, las organizaciones sociales apuestan a la articulación entre los diversos actores de la sociedad para realizar su misión.
De cara al año que comienza, las organizaciones sociales se preparan para afrontar la crisis que se avecina y que las obligará a apelar, una vez más, a su flexibilidad para adaptarse al nuevo contexto. «El 2009 se presenta con mucha incertidumbre y con señales claras de que va a haber menos inversión social, por lo menos en términos financieros», afirmó Carlos March, representante de Fundación Avina Buenos Aires.
Si bien hasta ahora no ha habido despidos en el sector, lo cierto es que ya se estipulan recortes presupuestarios mientras se planean estrategias para que la crisis económica no empañe su trabajo cotidiano.
En ese sentido, una de las organizaciones que ha comenzado a sentir los efectos de la crisis es Acción sin Fronteras, responsable del sitio Idealistas.org, que se financia con la publicación de avisos de empleo por parte de las organizaciones sin fines de lucro en Estados Unidos. «Estamos achicándonos un poco porque tuvimos una caída de ingresos del 20% y por eso decidimos cerrar una oficina», afirmó Juan Cruz Mones Cazón, codirector del sitio. Y aunque no planean reducir su personal, «sí se va a limitar la posibilidad de que voluntarios vengan y colaboren desde nuestra oficina, como lo hicieron este año cerca de 200 personas», agregó.
Desde Avina, que se sustenta a través de un fideicomiso, también suponen que habrá recortes en la inversión. «Vamos a generar alguna ingeniería para tratar de que los compromisos asumidos se puedan cumplir. Ahora, si se confirma una reducción presupuestaria vamos a tener que rever la estrategia de inversión de 2009», afirmó March.
En otras organizaciones el panorama es más calmo. «Nosotros mantenemos nuestros programas, pero dependemos de la recaudación de los fondos», afirmó Agustina Cavanagh, de la Fundación Cimientos, mientras que la Fundación C&A mantendrá para 2009 el mismo presupuesto que en 2008. Poder Ciudadano, por su parte, no planea recortes de presupuesto ni de sus compromisos asumidos, «pero como en toda crisis vamos a tratar de achicar algunos gastos y continuaremos diversificando las fuentes de financiamiento», sostuvo Laura Alonso, su directora ejecutiva.
La ayuda del exterior
Uno de los principales problemas que deberán enfrentar las organizaciones sociales es el recorte de los fondos provenientes del exterior, que por su volumen y el tipo de cambio son primordiales. «La crisis va a afectar a muchos gobiernos que son dadores de cooperación internacional y a las fundaciones privadas que hacen filantropía a nivel global», afirmó Guillermo Correa, coordinador ejecutivo de la Red Argentina para la Cooperación Internacional (RACI).
Algunos de esos países, como España, Alemania o Italia, tienen sus economías en recesión, con lo cual limitarán sus aportes. Además, «las fundaciones privadas que tenían parte de su dinero invertido perdieron entre un 20 y un 40% de su capital, sobre todo las americanas», agregó Correa.
De todos modos, en general los efectos comenzarán a notarse en la Argentina a partir de 2010 porque un gran número de presupuestos se planean bi o trianualmente. En ese sentido, en el último encuentro de la RACI, la jefa de cooperación de la Delegación de la Comisión Europea en la Argentina, Alexandra Bensch, dijo que los acuerdos de cooperación previamente establecidos son compromisos jurídicos firmados y no modificables.
Allí, los representantes de las embajadas de Canadá, Estados Unidos, Australia, Países Bajos y Suiza afirmaron que hasta el momento no habrá reducciones en sus fondos. Sin embargo, desde la embajada británica destacaron que la Argentina no será prioritaria en 2009 en términos de cooperación, mientras que desde la embajada de Nueva Zelanda prevén «una mayor atomización de los proyectos que se financien», y Francia e Italia directamente reducirán su ayuda.
Dentro del escenario de la crisis, otro problema es la competencia en el mercado internacional. Si bien desde 2001 la Argentina es considerada un país que puede recibir aportes del exterior, se encuentra catalogada como una nación de renta media para los dadores de cooperación.
«Además, si hay menos recursos para cooperación internacional es lógico pensar que se concentren donde hay mayores necesidades», sostuvo Correa.
Modelo de financiamiento
Ante este panorama, lo que se pone en juego es la solidez de los modelos de financiación de las organizaciones. «El impacto de la crisis va a depender bastante del modelo de financiación que tengan -sostuvo Fernando Frydman, director del Centro de Management Social y vicepresidente de Aedros-. El punto es cómo arman su torta de financiamiento y se proyectan en este sentido. Hay muchos ajustes que las organizaciones no han hecho hasta ahora y estrategias de financiamiento que no han aplicado. Y las que no lo han hecho lo van a sufrir mucho.»
En su diagnóstico, las organizaciones que se financian a través de empresas u organismos de cooperación estarán muy complicadas, aunque augura una muy buena perspectiva para las que cuentan con pequeños aportes individuales. «Puede haber alguna retracción, pero en el corto plazo habrá crecimiento. Lo vimos en 2002, aun en lo peor de la crisis», aseveró.
En ese sentido, la Fundación Sales acaba de anunciar que llegó a los 50.000 donantes y se suma a otras organizaciones como Greenpeace, Cilsa, Amnistía Internacional o Unicef, que también se financian con las donaciones de particulares, aunque todavía en la Argentina no exista un incentivo fiscal para la filantropía.
«En 2001 había una crisis interna y contábamos con la ayuda externa. Pero ahora viene de afuera y no hay adónde ir a pedir ayuda. En el escenario 2009 va a haber contracción de fondos y aumentará la competencia entre las ONG para obtenerlos. Pero a la vez va a haber una gran demanda porque estas crisis generan nuevos pobres y nuevas necesidades. Se va a triplicar el trabajo y se van a achicar los fondos, una lógica conocida en la sociedad civil argentina», advirtió Correa.
En ese sentido, como estrategia para las organizaciones, desde el Centro de Management Social, Frydman aconseja diversificar las fuentes de financiamiento, reducir los costos fijos al máximo y, sobre todo, pensar en el largo plazo. «La mayoría está pensando en el día a día y se olvidan del concepto de sustentabilidad», apuntó.
Más allá de los matices en los diagnósticos, todas las organizaciones coinciden en la necesidad de profundizar la articulación para «potenciarse y adaptar los programas a lo que la gente precisa -como afirmó Cavanagh desde Cimientos-. Hoy somos más conscientes de la crisis y creo que hay mayor voluntad para trabajar articulados. Aprendimos en 2001, estamos más organizados».
Por su lado, Avina también está poniendo el foco en agendas colectivas que sean impulsadas por más de un líder social y que, en lo posible, involucren al Estado y las empresas. Asimismo, RACI recomienda la presentación conjunta de proyectos y la regionalización porque, si bien la Argentina puede dejar de ser elegible como receptora de cooperación, «tiene calidad de sociedad civil bastante desarrollada y desde ese lugar puede exportar su know how y expertise al resto de la región».
«Las organizaciones sociales estamos acostumbradas a ser creativas porque los recursos siempre faltan y creo que vamos a apelar a nuestra creatividad para superar este momento», sostuvo Alonso.
Si bien el panorama que se avecina no es el más auspicioso, «una crisis no deja de ser una oportunidad, aunque sea una frase trillada. Puede ser un año complicado, pero la economía tarde o temprano va a reencauzarse y en este escenario de competitividad es importante que haya cooperación», sostuvo Correa.
Además, como el mayor problema se espera para 2010 también habrá un tiempo para prepararse y pensar en alternativas. «Si 2009 lo usamos inteligentemente, tenemos doce meses para poder mitigar efectos en 2010», finalizó March.
Iván Pérez Sarmenti
Para LA NACION
Fuente: La Nación http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1082159